"Halloween"
deriva del inglés antiguo, "all hallow's eve", o Víspera Santa, se refiere a la noche del 31 de octubre, víspera de la Fiesta de Todos los Santos.
La fantasía anglosajona, sin embargo, ha robado su sentido religioso
para celebrar en su lugar la noche del terror, de las brujas y los
fantasmas. Halloween marca un triste regreso al antiguo paganismo,
tendencia que se ha propagado también entre los pueblos hispanos.
Es cierto que podría hacerse una fiesta de disfraces, hacer bromas
sanas y divertirse sin entrar en los aspectos macabros del Halloween.
Pero aun queda el peligro de asociarse a una fiesta pagana que tiene
mucha vigencia en el ocultismo y la Nueva Era. Las fiestas reflejan e
influyen en nuestros valores. Es alarmante que muchos cristianos han
olvidado el testimonio de los santos y se sientan más atraídos a
festejar con brujas y fantasmas. Les parece todo una broma, una
diversión inofensiva. Lo hacen por llenar un vacío, porque los santos ya
no interesan y las prácticas paganas y ocultistas ejercen una extraña
fascinación. Por eso se está propagando rápidamente en nuestra cultura
la adivinación, la ouija, la creencia en la reencarnación y muchas más.
En Estados Unidos, mujeres que se enorgullecen de ser brujas luchan por
crear una nueva imagen para su gremio y propagar su religión.
La Calabaza
Según una antigua leyenda irlandesa un hombre llamado Jack había sido
muy malo y no podía entrar en el cielo. Tampoco podía ir al infierno
porque le había jugado demasiados trucos al demonio. Tuvo por eso que
permanecer en la tierra vagando por los caminos, con una linterna a
cuesta. Esta linterna primitiva se hace vaciando un vegetal y poniéndole
dentro un carbón encendido. Jack entonces se conocía como "Jack of the Lantern" (Jack de la Linterna) o, abreviado, Jack-o-'Lantern.
Para ahuyentar a Jack-o-'Lantern, la gente supersticiosa ponía una
linterna similar en la ventana o frente a la casa. Cuando la tradición
se popularizó en USA, el vegetal con que se hace la linterna comenzó a
ser una calabaza la cual es parte de las tradiciones supersticiosas de
Halloween. Para producir un efecto tenebroso, la luz sale de la calabaza
por agujeros en forma del rostro de una calavera o bruja.
Fiestas de Disfraces
Una fiesta de disfraces no es algo intrínsecamente malo. Pero sí hay
que tener cuidado de que el disfraz no tape la conciencia del pudor, del
respeto a lo sagrado y de la moral en general, lo cual suele ocurrir,
sobre todo cuando se añade la bebida alcohólica.
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